Como educadores, todos sabemos la importancia de los datos en la toma de decisiones. Entendemos cómo los datos limitados, sesgados o sesgados, o ningún dato en absoluto, pueden llevar a una toma de decisiones defectuosa y acciones regresivas, ya sea en nuestra enseñanza y aprendizaje, diseño de programas, evaluaciones o revisiones, responsabilidades administrativas.
Sabemos que los datos sólidos y su difusión eficaz son necesarios para un uso matizado y significativo. Además, la toma de decisiones basada en datos debe ser inclusiva en su enfoque al involucrar a todas las partes interesadas potenciales para que pueda conducir a acciones transformadoras y cambios. Después de todo, los datos en las manos adecuadas en el momento adecuado tienen el poder de cambiar los destinos.
Los estudiantes también necesitan datos concretos para tomar decisiones informadas que puedan tener un impacto positivo en su trayectoria educativa y su éxito a largo plazo. Capacitamos a nuestros estudiantes para que se involucren en la investigación, construyan argumentos basados en evidencia y practiquen el pensamiento científico, pero como educadores, a menudo nos limitamos al contenido específico de la disciplina que cubrimos. Asumimos la responsabilidad de enseñar a los estudiantes cómo aprender, utilizando datos, especialmente a medida que envejecen.
En la educación superior, a menudo dejamos esta responsabilidad para estudiar los servicios de apoyo y los asuntos estudiantiles. Estos escritorios y el personal ayudan constante y cuidadosamente a los estudiantes a desarrollar hábitos que son importantes para el éxito, como la administración del tiempo, la organización y planificación efectivas, el enfoque en las tareas, la iteración, la resolución de problemas y la planificación, enfoques prácticos para el aprendizaje.
Sin embargo, el cuerpo docente y los maestros pueden hacer más para ayudar a los estudiantes a aprender. Hay una gran cantidad de datos, datos de evaluación, que deben compartirse con los estudiantes para contribuir a su éxito académico. Para los estudiantes de minorías y aquellos de comunidades marginadas que han sido sistemáticamente e históricamente privados de recursos y desatendidos por nuestro sistema educativo, estos datos son aún más exigentes. El acceso a estos datos permite nivelar el campo de juego y reducir las brechas en el éxito.
Estoy compartiendo contigo una lista de verificación de tres preguntas para revisar y ayudarte en tu práctica educativa para que puedas identificar tus fortalezas y explorar oportunidades de crecimiento. La pregunta fundamental que sustenta este proceso de revisión debería ser: «¿Estoy haciendo todo lo posible para ayudar a los estudiantes a aprender mejor y aprobar sus evaluaciones?» «