Los abogados tienen serias dudas de que un acuerdo alcanzado entre los reguladores chinos y estadounidenses para permitir que las autoridades estadounidenses examinen las auditorías de las empresas que cotizan en Estados Unidos allanará el camino para el acceso sin restricciones a los documentos de los emisores chinos, una medida que, si tiene éxito, podría aliviar las tensiones comerciales Estados Unidos y China.
Y si falla la implementación práctica, eso, junto con una ley propuesta que requeriría que el gobierno de EE. UU. evalúe todas las inversiones salientes, podría dañar aún más la relación conflictiva que existe actualmente entre los dos países, dicen.