Las historias sobre el uso cada vez mayor de la inteligencia artificial generativa por parte de los abogados parecen estar en todas partes: anecdóticamente en las redes sociales, en los titulares de los periódicos e incluso en encuestas e informes recientes.
De hecho, aunque algunas de estas aplicaciones generativas de IA están demostrando ser gratificantes, otros son vistos como evidente errores.