Algunos gobiernos latinoamericanos han estado respondiendo a las filtraciones realizadas por un grupo de ciberdelincuentes que se hacen llamar guacamayo y que desde hace meses ha iniciado una campaña para desacreditar a la Policía y las Fuerzas Armadas, a las que llaman fuerzas represivas, de varios países, entre ellos México, Colombia, Chile, Perú y El Salvador.