Por Vincenzo Villamena, fundador de Asesores Globales Expatriados y Online Taxman, que se especializa en impuestos estadounidenses para expatriados y empresarios en el extranjero.
La pandemia ha provocado que muchos empleados trabajen desde casa. Si bien algunos trabajadores están ansiosos por regresar a la oficina, otros quieren llevar el trabajo remoto más lejos y trabajar desde un país extranjero. Antes de aprobar este tipo de solicitud, los empleadores deben comprender las posibles implicaciones fiscales de permitir que sus empleados trabajen en el extranjero.
Tener un empleado remoto trabajando en otro país puede crear una obligación tributaria en ese país para el empleador. Esto se denomina «establecimiento permanente» o «enlace». Si una empresa tiene un establecimiento permanente en un país extranjero, puede incurrir en obligaciones de cumplimiento importantes y lentas y una carga fiscal potencialmente imprevista.
¿Qué es un establecimiento permanente?
El establecimiento permanente es un tipo de vínculo fiscal con un país y es una preocupación importante para las empresas que tienen empleados remotos que trabajan en el extranjero. Si una empresa tiene un establecimiento permanente en otro país, puede adeudar impuestos sobre la renta y las ventas en ese país. En general, algunos factores diferentes pueden influir en la creación o no de un establecimiento permanente:
• Duración de la estancia
• Estado de la visa
• Lugar de trabajo (¿Trabajan desde casa o van a la oficina?)
• Situación laboral (¿es empleado o empresario?)
• Rol de los empleados (¿firman acuerdos y facilitan los ingresos o son empleados del tipo de centro de costos?)
Otros factores, como la nacionalidad del trabajador a distancia, el lugar de residencia del empleador, el país en el que el empleado desea trabajar y la existencia de convenios fiscales entre países también pueden influir en el establecimiento permanente.
Además, cada país tiene su propia definición de establecimiento y vínculo permanente. Lo que constituye un establecimiento permanente en un país puede no aplicarse en otro. Por esta razón, los empleadores deben tener una comprensión clara de las leyes fiscales y laborales nacionales del país en el que se encuentra el trabajador remoto. Además, es necesario un seguimiento regular de la situación fiscal, ya que las leyes fiscales evolucionan rápidamente en muchos países como parte de un esfuerzo por mantenerse al día con el trabajo remoto y la digitalización.
Qué hacer antes de aprobar el trabajo remoto en un país extranjero
Después de evaluar las implicaciones fiscales de un empleado que trabaja en un país extranjero, considere planificar las posibles situaciones que puedan surgir. Los empleadores pueden crear una carta de entendimiento para aclarar las expectativas de todos los involucrados. Su trabajador remoto debe comprender lo que espera de él mientras se encuentra en el extranjero. Por ejemplo, ¿quién es responsable de los gastos de viaje, el seguro de viaje o la obtención de una visa? ¿Existe una fecha en la que espera que el empleado regrese a su lugar de trabajo habitual? ¿Cómo se verán afectados por su presencia en el extranjero otras cuestiones y beneficios no tributarios, como vacaciones pagadas, ahorros para la jubilación, indemnizaciones por despido, atención médica y seguros?
También debe evaluar los derechos y beneficios del empleado en el país extranjero. La jurisdicción en la que se encuentra el trabajador remoto puede tener diferentes reglas en cuanto a seguros de salud, baja por enfermedad, pago de horas extraordinarias, horas de trabajo, baja por paternidad y maternidad, etc. Estas reglas pueden aplicarse a su negocio, incluso si el negocio no está incorporado allí.
Para garantizar el éxito de un programa de trabajo remoto, desarrolle un plan o una política para su empresa a fin de abordar eficazmente estas preocupaciones a medida que surjan. Algunas empresas solo permiten trabajadores remotos en países donde tienen una oficina porque la empresa ya tiene un enlace allí. Otros están cambiando el papel de los trabajadores remotos para que se clasifiquen como contratistas independientes en lugar de empleados. Esto puede ayudar a reducir el riesgo de caer bajo las leyes laborales locales. Al tener un procedimiento estándar, puede responder de manera más eficiente y justa a las consultas de los empleados mientras se mantiene en cumplimiento y administra la tolerancia al riesgo de su empresa.
Cómo avanzar con una política de movilidad global
Los empleadores se encuentran en una posición difícil cuando un empleado se acerca a RR.HH. para trabajar de forma remota en otra jurisdicción. Los empleados exigen más flexibilidad y los empleadores quieren mantener sus talentos y ampliar su grupo de contratación.
Para garantizar un programa de movilidad exitoso y proteger su empresa de errores potencialmente costosos, consulte a un asesor fiscal o de movilidad global antes de aprobar las solicitudes de teletrabajador. Un asesor puede guiarlo a través de los posibles riesgos fiscales de tener empleados en el extranjero y sugerir estrategias de mitigación que protejan los intereses de su empresa a corto y largo plazo.
La información proporcionada aquí no es un consejo de inversión, fiscal o financiero. Debe consultar a un profesional con licencia para obtener asesoramiento sobre su situación específica.